lunes, 13 de agosto de 2007

Tomás Temoche comenta "Toñito el Murciélago"

TOÑITO, EN ESCENA

Un apunte

"TOÑITO, EL MURCIELAGO", es un espectáculo de títeres que la Asociación Cultural "Mi Casa Encantada", presentó ayer Domingo 12 en el teatrín del Centro Cultural Peruano Japonés.
Técnica y arte de Claudia Sánchez y Anita Santa Cruz, pero sobre todo ternura, en un mundo que se desintegra por la ausencia de valores, en este caso, el respeto a la diferencia.
Ya es tiempo que nuestros pedagogos tradicionales aprecien la importancia que tiene el guiñol como auxiliar herramienta en la educación. Si a nuestros niños y profesores se les acusa de incomprensión de lectura, vean como los títeres - estos pequeños artefactos con sonido y movimiento - pueden también ayudar a resolver esta carencia educativa.Se confirma lo que decía nuestro entrañable Federico García Lorca : "El guiñol, es la expresión de la fantasía de los pueblos y da el clima de su gracia y de su inocencia".
Ellas ingresan a la sala como viajeras trashumantes y lo primero que hacen es conectarse empàticamente con el auditorio. Son unas agradables payasitas que plantean las convenciones de esta forma de comunicación sensorial : sólo los títeres pueden actuar - en este caso - dentro de un retablo ad hoc, para cobrar vida y para eso hay que volverse chiquitos. Aquí logran que los niños sean cómplices en esta tarea.
Ya las culturas antiguas, reconociendo la importancia de la comunicación efectiva de los muñecos, colocaban en templos objetos familiares, figuras de madera y barro, íconos que fueron venerados. El mismo Sócrates, daba sus magistrales discursos con un muñeco en la mano. Goethe, antes de escribir "Fausto", lo había visto hace 50 años en títeres.En la edad media, el nacimiento de Jesús en un pesebre y muerto en la cruz, fue representado en retablillos, de allí el origen de la palabra retablo.
Verde es el retablo de nuestras titiriteras tahuantinsuyanas y cuentan la historia de Toñito, un feo vampirito que busca familia. Un ratón - su pariente más cercano - lo rechaza pues Toñito no puede comer queso, ni puede entrar en el huequito que es la casita del ratón ; también una plumífera y multicolor ave, soberbia en su hermosura y hasta un culincho abuelito. Todos lo evitan por ser diferente a ellos.
El tema aquí es la separatidad abordada en profundidad por Erich From en "El arte de amar". De como el títere de manera sencilla puede asediar temas complejos. Por ejemplo, las tareas de construir el socialismo en Checoeslovaquia, sobre todo la concepción científica del mundo, también fue encomendada a los títeres.
Los títeres de mi Casa Encantada, que nos dejaron encantados y reímos a caquinos, son de materiales diversos. Nos impactó el murciélago que volaba. Les creímos.Ellas resuelven sapientemente el problema del espacio vital, pues hasta hacen aparecer la casita del abuelito con puertecita y todo.... y les creímos.
Cláro, son egresadas del TUC, así cualquiera. Hacen diferentes voces y acciones físicas distintas. Este es otro acierto del montaje. Normalmente, el tiempo de atención de un niñó es corta. Pasaron 50 minutos y los niños querían continuar viéndolos.
Al niño le llama la atención todo aquello que es atractivo por el color, el sonido y el movimiento. El movimiento para el niño no sólo es diversión. El niño deposita su confianza en el títere, lo acompaña empáticamente, ríe y sufre con el. Hata los adultos tan solemnes, nosotros que tenemos compromisos negativos con el pasado, nos deleitamos con nuestro niño que sigue vivo por culpa de estas titiriteras del arte y de la vida.
El domingo 19 se vuelven a presentar en este mismo espacio, esta vez con la "Serpiente Serpenta".
El ingreso es libre,
es a las 4 P.M. No se la pierdan.
¡ A toda viada ¡
Carlos Tomás Temoche V.
A.C. Yawar

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