Buen día amigos, este es el primer post que escribo para este blog, y esto gracias a la invitación del titular del mismo: Martín.
Hace unas dos semanas, participé en la organización de un conversatorio de títeres: Los Títeres en la Educación. Fue esta una buena oportunidad para aprender e intercambiar parecerees sobre la potencialidad de los títeres como recurso pedagógico. La asistencia fue muy buena, tanto por la cantidad de participantes, como por las intervenciones de los panelistas y las preguntas del auditorio.
Una maestra y que a la vez es estudiante de sicología, mencionaba que con los niños de 7 u 8 años, era factible hacerles creer en la magia de los muñecos, pero con un niño de 12 años, si que era ya imposible. Ella preguntó: ¿Cómo hacer para que esta "magia" sea aceptada por los niños de edad mayor?
La respuesta de parte de una de las panelistas fue: Si, Usted no se cree la magia, entonces, muy dificilmente, va a poder hacérselas creer a sus alumnos, cualquiera sea la edad que ellos tengan
Otro participante dijo: "Mientras dura el espectáculo, los niños lo creen, pero cuando este termina y ven que detrás del teatrino habían personas que movían a los muñecos, la magia terminó"
Una panelista respondió: Pues claro que los niños saben de antemano que hay personas que animan a los muñecos...claro que lo saben...si los niños conocen hasta la animación por computadora, como no van a saber sobre los titiriteros. Pero al margen de eso, los muñecos, tienen vida y no es vida fingida de espectáculo, es tangible. Recuerdo que dentro de una función, uno de los personajes iba a cortar un árbol y los niños, decían que no lo corte. Uno de ellos dijo, ese árbol parece real y otro lo corrigió: ¡No parece, es real!.
Cuatas cosas podría relatar...las palabras como que se me agolpan a la memoria...recuerdo ahora que yo usé los títeres en una charla sobre baterías y electricidad automotriz para un taller del Senati de la localidad de Pisco. Allí me acompañó Alejandro, un dragón de mas de 500 años, quien con sus intervenciones ayudó a mejorar la didáctica para el aprendizaje sobre electricidad del auto y baterías. Luego, al tomar el bus y dirigirme a la ciudad de Ica, coincidí en el asiento, con uno de los instructores que estuvo presente en la charla. El pidió que sacara al muñeco. Hecho lo anterior, lo abrazó y lo besó...si señores, los títeres, no parecen reales... ¡Son Reales!
Saludos amigos, espero sus comentarios
Carlos el baterillero
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