El Señor Rata es uno de los títeres que más tiempo nos ha acompañado, nació a este cuerpo antes que Tárbol empiece a hacer Títeres, dio pie a las primeras incursiones por los terrenos del papel maché.
El es parte del elenco de "Chímpiti Chámpata" la primera obra que hicimos con Tárbol teatro de títeres, hace ya casi 13 años, nos acompañó y llevó a muchos escenarios, y en los últimos tiempos fue cediendo el espacio a las nuevas historias, sin embargo la mantenememos como parte de nuestro repertorio.
Después de buen tiempo nos la pidieron hace unas semanas y al comunicarle a los muchachos que teníamos función nos encontramos con aquella terrible noticia, siempre temida, el señor Rata había sido víctima de un ataque de polillas, no pocos habían sucumbido antes ante aquel traicionero y mortal ataque y los anteriores ya con lesiones serias e infestados de las malditas larvas por todos lados tuvieron que pasar a "mejor" vida antes que contagiaran a los demás. Pero esta vez parecía que estábamos a tiempo de salvar al señor Rata, sólo se le veían unos cuantos orificios en las orejas y el cuello, bueno, una reparación más en tono de maquillaje para la función que se venía y luego a emprender la intervención profunda.
Después de la función el Señor Rata fue conducido a la sala (taller) de urgencias y allí procedimos a la intervención, a romper las galerías y buscar a las intrusas larvas, y vaya que la galerías eran profundas y con ramificaciones interiores, era mucho más grave de lo que parecía, en la intervención perdió orejas, la bóveda del cráneo y el cuello.
Esto nos permitió encontrarnos con nuestro proceso en la confección de Títeres, recordar los procedimientos con los que empezamos, ver el porqué de la evolución de los mismos, y apelando a los nuevos procedimos a la reconstrucción, cambió algo, nos pidió unas modificaciones (quizá mejoras) que antes no hubiéramos podido lograr pero que ahora con mucho más manejo de herramientas, procedimiento y materiales se ve bastante sencillo.
Y teníamos el tiempo encima pues se venía una función, pero quedó listo, como nuevo y con unas ganas enormes de volver al escenario y lo hizo con muy buen pie; fue una linda función y un grato reencuentro con el Señor rata y con la obra, y sobretodo una victoria contra las polillas, nunca más se volverán a llevar a uno de los nuestros.
Arriba una fotografía de los primeros tiempos del señor rata, y hacia abajo el proceso de rescate.