Día del trabajo ... ¿Algo para celebrar?
Que la mafia Fujimonetesinista barrió con los derechos laborales, situación que mantuvieron los gobiernos posteriores desde luego incluído el actual.
Con el cuento del fomento de la inversión privada o para no ahuyentarla nos regresaron a condiciones laborales similares a las de los tiempos de la revolución industrial, una enorme mayoría sub empleada o con empleo sumamente precario, obligados a rebasar sin límite la jornada de ocho horas, sin seguro social, con el desconocimiento de sus beneficios laborales, obligados a aceptar condiciones de trabajo indignas porque de eso se come, de eso se vive y porque afuera hay centenares esperando ese puesto y si dispuestos a tomarlo en las condiciones que sea.
¿Y los artistas en que andamos?
¿Celebrando nuestra incertidumbre laboral?,
Si bien es nuestra opción y nadie nos obligó a hacernos artistas, más bien probablemente tuvimos que luchar para que no nos lo impidieran, y gozamos de la libertad de hacer lo que queremos, verdadero privilegio en un país como el nuestro; sin embargo eso no nos coloca en una posición cómoda, todo lo contrario, para empezar tenemos que pasárnosla demostrando todo el tiempo que nuestro trabajo es eso ... un trabajo, que cobramos por él, que aspiramos a que nos permita vivir dignamente, que se valore lo que hacemos, que se considere y respete, que se entienda de una bendita buena vez que lo que hacemos es ofrecer un servicio que es vital, que responde a una necesidad primaria de la sociedad, que somos necesarios, útiles, imprescindibles ...
Estamos en esto y la verdad el Día del Trabajo no está para celebrarlo, más bien para pensar en torno a él, para reflexionar, elaborar o aclarar ideas, reafirmar compromisos y planteárnoslos como metas, como objetivos viables, logrables, nada fáciles claro pero así es , es por lo que optamos, un horizonte de lucha, un hermoso horizonte de lucha ...
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