Marita y sus Títeres Planos
Días atrás paseando por el centro de Lima nos topamos con un ruedo de gente viendo algo en la Peatonal del Jr. Ica a unos pasos del jr. de La Unión, al acercarnos nos encontramos a la gente de "La Casa Voladora" un proyecto independiente de arte en espacios públicos que "toma" la calle para compartir con el público su trabajo, público que numeroso, complacido y agradecido se congrega con facilidad; el entrecomillado de toma es porque no es precisamente una toma, no es tan fácil la práctica del arte callejero en nuestra querida Lima, si bien no tan feroces como los de Catañeda, los actuales Serenos tienen entre sus funciones el desalojo de las calles de artistas no autorizados para presentarse allí, La casa Voladora tenía autorización afortunadamente y pudimos verlos terminar su trabajo y tras una breve conversa armar el ruedo nuevamente y despacharse a sus anchas con lo suyo entre carcajadas y aplausos del público.
Al rato llegó un estatuista que se colocó al lado pero a poco fue expectorado por los Serenos, ¿porqué no demostrarán esa misma eficiencia con tanto delincuente que pulula en Lima?
El espectáculo estaba conformado por rutinas de Mimo, Clown, Cuentos y desde Luego Títeres, los Títeres infaltables en las lides callejeras, ahora de mano de Pepito Ron y también de Marita y Arturo de La Casa Voladora.
Tras el trabajo y en medio de ello apelando a la vieja y muy válida forma de financiar el arte callejero, la tradicional pasada de gorra.
Ya mientras desmontaban, nos contaban que sólo estarían hasta esa semana pues la autorización es sólo por unas pocas fechas, aduciendo los responsables que es para darle oportunidad a otros artistas, raro pues en toda la peatonal sólo estaban ellos, al parecer no hay disputas por el espacio o será que los "responsables" consideran que con un sólo punto basta y vaya que hay varias cuadras entre Abancay y Tacna.
Esa tarde el ver la Peatonal llena de vida y color nos hizo recordar con nostalgia los tiempos de "Lima Camina" uno de los emprendimientos municipales más exitosos y con menor presupuesto que llenaban de arte casi todas las cuadras de los jirones Ica y Ucayali antes de peatonalizarse beneficiando a miles de transeúntes ofreciéndoles una alternativa distinta de uso de su tiempo libre, se pensaba que peatonalizados los jirones esta experiencia se potenciaría y crecería para beneficio de todos: público, artistas ... la ciudad; pero no, Lima Camina no se hizo más ... ¿estrechez mental burocrática, mezquindad, estupidez? quizá una mezcla de todo ello hizo que se pare, y al parecer para siempre, una experiencia tan acertada.
Más tarde ya cerca a las 8 de la noche llegó otro artista callejero, un "levitador" de esos que "meditando" o más bien con alguna argucia "flotan" teniendo como punto de apoyo aparentemente sólo un bastón, éste tiene un elemento adicional, incorpora un Títere en su espectáculo que parece emerger de su vientre, y un poco más tarde llegó un titiritero de hilos que se instaló frente a la Escuela Nacional de Folklore, expulsado del jirón de la Unión por los Serenos que afortunadamente para los artistas (no así para la seguridad) ya no aparecían por el jirón Ica.
Nos pareció raro, hermoso y afortunado encontrarnos tantos títeres juntos en la calle, trabajando, aportando, construyendo pero claro también luchándola como siempre, aunque no estaría demás que las "autoridades" no la pongan tan difícil y entiendan de una buena y bendita vez lo necesario que es el arte en las calles y todo lo que aporta.
Este sábado volvimos por allá, ya no estaba La Casa Voladora, su permiso había vencido, pero no sólo el de ellos también venció el permiso de los transeúntes para encontrarse con arte en la calle, no había ningún otro artista, y ¿dónde queda eso de que hay que dar oportunidad a otros? parece que la calle no está tan solicitada o quizá las complicaciones burocráticas crecen, no se, sólo se que a la calle le faltaba algo ... ¿para qué carajo hicieron peatonal entonces esa calle? ah, claro, que pregunta más ingenua ... para llenarla de más tiendas y restaurantes lujosos que parece es lo único que quieren por allá para darle "nivel" al centro de Lima y atmósfera "cultural" a su callecita.
Martín Molina.
La Casa Voladora
Un Titiritero Callejero cerrando la noche
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